sábado, 16 de noviembre de 2013

Jordy Govea, otro olvido de la FEF

FOTO: Web del Real Madrid CF
Las ausencias de Josimar Quintero (Chelsea) en el Bolivariano sub-18 y anteriormente la de Joel Valencia (Zaragoza) en el sub-20 no son las únicas de jugadores ecuatorianos formados en España para las distintas convocatorias tricolores.

Hoy sábado 17 de noviembre, mientras Ecuador caía 2-1 ante Argentina en el sudamericano sub-15 que se disputa en Bolivia, una joven promesa tricolor de 14 años llamada Jordy Govea participaba en la goleada de su equipo, el cadete B del Real Madrid, en su derbi ante el Atlético Madrileño. El equipo blanco se ratifica como líder de su torneo tras el 6-0 de hoy y el ecuatoriano aparece regularmente en el equipo.

¿Qué ocurre entre la Federación Ecuatoriana y estos jóvenes futbolistas? La FEF no parece percatarse de que estos jugadores, que han hecho toda su vida en España y que cuentan con otra formación futbolística (no digamos mejor o peor, pero diferente) pueden, adquirir si no lo han hecho ya, la nacionalidad española y eventualmente formar parte de una selección distinta a la Tri.


Ecuador no debe ser ingrato con quienes están llevando exitosamente el nombre del país en un fútbol de primer nivel como el español. Probablemente la FEF esté esperando que uno de ellos debute con España (como fue el caso de Joel Valencia en una sub-17) para en ese momento acordarse de él. ¿O sencillamente desconocen la existencia de estos jóvenes valores?

jueves, 14 de noviembre de 2013

La FEF se olvida de Josimar y España mira de reojo

FOTO: La Voz de Galicia
Ya se conoce la lista de la selección sub-18 que representará al Ecuador en el próximo torneo bolivariano. Un listado -como toda selección- donde siempre puede cuestionarse la aparición o no de determinado nombre. Entre los convocados destaca una ausencia, la de Josimar Quintero, futbolista vinculado al Chelsea inglés, que cumplirá 17 años en marzo.

Josimar, quien llegó a ser capitán del Barça en su categoría, saltó a la fama mediática en Ecuador cuando en abril desistió de renovar contrato en el club catalán para hacer las maletas y mudarse a Londres. No se trataba de una estrella fugaz. Quintero llevaba años destacando en las inferiores blaugranas, sólo que en su país natal no se conocía su existencia. 

Tras la súbita popularidad de Josi en Ecuador, el interés en los medios fue decayendo y pocos repararon en la situación actual del futbolista. El guayaquileño recién firmará contrato en los próximos días con el club británico dado que el FC Barcelona exigía una compensación (derechos de formación) por haberlo dejado marchar gratis. Mientras se resolvía el problema, Josimar seguía entrenando en el equipo de la localidad catalana donde reside. Que el Barça lo dejara de hacer jugar cuando se supieron sus intenciones de marcharse a Londres nunca fue un impedimento para que el volante siguiera formando parte de la selección sub-16 de Cataluña, con la que recientemente se coronó campeón de España. Para los catalanes su ostracismo forzado no fue nunca un problema.

FOTO: Archivo de la Copa Coca Cola 2013.
No puede alegarse que la participación de Josimar con el combinado catalán -sin reconocimiento internacional- sea un impedimento legal para defender la selección ecuatoriana de su categoría, como es el caso del combinado para estos Juegos Bolivarianos. Ni siquiera la hipótesis de que debutara en la selección española (ha habido acercamientos por parte de los técnicos de la RFEF aunque Quintero aún no cuenta con la doble nacionalidad). Recordemos que Joel Valencia, otra promesa ecuatoriana hecha en España, no fue conocido en Ecuador hasta que debutó con la selección española sub-17, que no clasificó al Mundial de 2011. Fue apenas entonces cuando se lo llamó a la Tri, aunque tras la Copa del Mundo no volvieron a hacerlo. Josimar no ha tenido ni esa oportunidad.

FOTO: Canal Cuatro (España)
El problema es que si Ecuador no da un paso adelante para contar con Josimar se expone a que la selección española lo dé cuando cuente ya con la doble nacionalidad. Tras este Bolivariano sub18, la próxima ocasión para convocar a Quintero a la Tri no será hasta el sudamericano sub-20 de 2015. Mientras tanto, en España las posibilidades serán constantes debido a que los torneos UEFA cuentan con una interminable fase de clasificación (hay 53 federaciones afiliadas en Europa) y hay más oportunidad para los técnicos de probar nuevos futbolistas, con convocatorias casi cada mes. Ecuador quizá podría intentar recuperarlo después, pero no puede descartarse que el jugador se sienta más valorado en su patria de adopción (está fresco aún el affaire Diego Costa-España-Brasil) y se olvide de esa FEF que ahora lo ha olvidado.

Quedan 14 largos meses hasta el sudamericano sub-20 de Uruguay 2015. España difícilmente dude en llamar a un ya nacionalizado Josimar si tiene, como tendrá, la ocasión de hacerlo hasta esa fecha. Quintero siempre ha manifestado en público y en privado su deseo de vestir la tricolor, pero de momento ha habido más acercamientos por parte de la federación ibérica que de su similar sudamericana. Ecuador está exponiéndose a perder a un elemento valioso para una futura selección de mayores.

Mientras tanto, Josimar continúa entrenándose y preparándose para su firma de contrato con el Chelsea la próxima semana. Es importante que el futbolista se mantenga apartado de toda polémica. Será su representante quien gestione ante los medios ecuatorianos el interés mediático que seguramente resurgirá. No olvidemos que se trata de un joven de 16 años a quien no sería justo presionar para manifestarse en contra de la FEF, menos aún cuando le quedan pocos días para ser a todos los efectos jugador del club londinense. La federación ecuatoriana no ha tenido un buen detalle, pero que sea su representante quien lo arregle. Al fin y al cabo, los agentes para eso están.

martes, 12 de noviembre de 2013

Tiempo de reflexión para Joel y Josimar

La llegada de la migración ecuatoriana a España a finales de la década de los 90 y durante la mayor parte de la década del 2000 ha permitido que sean varios los jóvenes tricolores que están formándose como jugadores en clubes del país ibérico. El pionero fue Fernando Guerrero, hecho futbolista en las inferiores del Real Madrid. Otro caso fue el hoy barcelonista Oyola en el Elche. Sin embargo, en los últimos años los nombres propios más sonados han sido los de Joel Valencia y Josimar Quintero. Tras la avalancha de interés mediático vivida al hacerse públicas sus historias, ambos atraviesan ahora por un período de reflexión.

Foto: Diario Marca.
Joel, que tuvo un pie en el Barça hace dos temporadas, tiene los días contados en la capital aragonesa. Transcurridas 14 fechas sólo ha disputado 18 minutos en el equipo filial, divididos en dos partidos (el último el 22 de septiembre). Su equipo, que juega esta temporada en la Tercera División, ha conformado una plantilla con jugadores de mayor edad para asegurar su retorno a la Segunda B, de la que descendió el año pasado. 

El de Quinindé, que cumplirá 19 años el próximo 16 de noviembre, se vio perjudicado tres veces por la política de cantera de su club. Primero cuando no lo dejaron ir al Barça a pesar de tener ya arreglada la parte económica. Después, cuando tras convertirse en el más joven en debutar en la historia del primer equipo fue devuelto al filial y luego un escalón más abajo, al juvenil. Su actual ostracismo es simplemente la guinda en el pastel. A pesar de tener contrato hasta julio de 2015, ya sonó para el Deportivo Quito en enero y para el Sariñena de la 2ªB española el último verano. El jugador no pondrá objeción alguna para marcharse en enero del próximo año. 

Joel Valencia ha pasado en poco más de dos años de jugar un mundial sub-17 con Ecuador a acabar 2013 prácticamente en blanco. Eso si, el volante cuenta con la doble nacionalidad (anteriormente defendió a la sub-17 española), detalle que le permite fichar por cualquier club de la Unión Europea sin ocupar plaza de extranjero. 

Foto cedida por Josimar Quintero (@josikintero8)
Un requisito que otra de nuestras promesas, Josimar Quintero, espera cumplir en los próximos meses. Este guayaquileño nacido en 1997, habitual de las categorías inferiores de la selección catalana, tramita hace algún tiempo la nacionalidad española aunque mantiene el sueño de disputar el sudamericano sub-20 de Uruguay 2015 con la Tri. Sin embargo, no es este el trámite que le impide por ahora debutar en la sub-19 del Chelsea, con quien se comprometió al finalizar su contrato en el FC Barcelona. Y es que el club catalán exige al londinense el pago de los derechos de formación del futbolista, que espera una resolución al conflicto entrenando con el equipo de la localidad donde reside y estudiando inglés. 

Son semanas en las que el balón ha dejado temporalmente de rodar para estas dos apuestas de futuro ecuatorianas, que esperan que la inactividad no les pase factura durante en este período de su formación como jugadores. Tanto Joel como Josimar son los actuales abanderados de esa generación de niños ecuatorianos que tuvieron que establecerse en España. No serán los últimos. Muy de cerca les sigue los pasos un todavía poco conocido Jordy Govea, lateral izquierdo del Cadete B del Real Madrid, nacido en Esmeraldas el 9 de marzo de 1999.

FOTO: @RealidadBlanca

"Jugador rápido, habilidoso y con regate", como se autodefine en su perfil de la web del club blanco, Govea llegó a las formativas merengues en julio de 2011 tras militar en dos clubes más pequeños de la localidad de Colmenar Viejo, localidad madrileña donde vive su familia. Viste la camiseta número 3 y su equipo es líder del grupo II de la Primera División Autonómica de su categoría.

Joel, Josimar y ahora Jordy. El futuro de nuestros embajadores en Europa se escribe con J.


Felipao tiene que irse ya de Moscú

En realidad no estamos descubriendo el agua tibia. El paso de Felipe Caicedo por el Lokomotiv de Moscú puede haber sido todo lo rentable económicamente que quiera considerarse pero en el aspecto deportivo está pesando como una losa sobre el presente y futuro del delantero ecuatoriano.

7,5 millones de euros fue el precio que pagó el club de la capital rusa al Levante para hacerse con sus servicios durante el verano de 2011. Firmó por cuatro temporadas, de las que ya han transcurrido casi dos y media. Pasado este tiempo la situación deportiva de Felipao es preocupante. No juega, lo que hace que su valor de mercado caiga. Pero al mismo tiempo su elevado sueldo (2 millones de euros al año, el quinto mejor pagado del Lokomotiv) le resta atractivo para otros clubes. Y el tiempo pasa inexorablemente. A pesar de ser joven, Felipe Caicedo ya no tiene categoría de promesa a sus 25 años.

El diario ruso Izvestia citaba ayer unas declaraciones del empresario José Chamorro diciendo que el delantero está "listo para un nuevo reto en su carrera", ya sea saliendo en calidad de préstamo por seis meses cuando se abra el libro de pases (diciembre-enero) o desvinculándose definitivamente. El agente dice que el atacante despierta la atención de varios clubes pero reconoce que no hay un interesado en concreto (en Inglaterra mencionan al West Ham United, en Italia a la Lazio y en España al Espanyol, aunque siempre basándose en la publicación original de Izvestia). Ya hoy, la noticia recorre los diversos medios deportivos rusos:





Aunque ha participado en 12 de los 16 juegos de su equipo, Caicedo sólo acumula 317 minutos. No ha disputado ningún partido completo esta temporada. Las tres veces que fue titular lo cambiaron. Sólo ha convertido un tanto (en la goleada 5-0 contra el Rostov) y falló un penal en la tanda que costó la eliminación a su equipo en la Copa de Rusia. Vladímir Maminov, exasistente técnico del equipo, lo califica de poco fiable e inconstante en su fútbol y el Lokomotiv no parece necesitarlo demasiado. Va segundo en la tabla a pesar de que el guayaquileño juega muy poco.





Una pesadilla que el exjugador del Manchester City olvida cuando se pone la camiseta de Ecuador. Allí anota goles, es importante, se siente querido. Parece incluso impopular que la prensa hable del mal momento que vive en Rusia. Felipao sigue de moda, hasta por el éxito de su marca de ropa, y los medios se pelean por un retuit suyo. No es recomendable que el jugador viva esos altibajos deportivos y emocionales. Idolatrado en Ecuador, postergado en Rusia. El futbolista necesita estabilidad.

Quizá ese sea el motivo que ha llevado a su representante a hablar (con todo derecho porque para eso es su agente) en nombre de Caicedo y hacer público que quiere dejar el club. Felipao no puede esperar. Si cumple su contrato en el Lokomotiv lo acabará con 27 años y disputando pocos minutos salvo un cambio radical de la situación.

El problema es que Felipe Caicedo gana dos millones de euros anuales en Rusia, un salario similar al de futbolistas de la liga española como Arbeloa, Khedira o Soldado antes de irse al Tottenham. Difícil que un club pague ese sueldo a un delantero que lleva dos años y medio jugando muy poco. El jugador tendrá que ceder en sus aspiraciones económicas, muy aparte del sacrificio que seguramente deberá hacer el club, que ve ya imposible recuperar los 7,5 millones invertidos.

Tal vez a Felipao le toque repetir la jugada de hace tres temporadas cuando llegó al Levante. Es decir, aceptar un salario no tan alto en un club que le garantice continuidad. Allí, a punta de goles, podrá pelear por un mejor contrato para la temporada siguiente si es lo que prioriza en su carrera. Todo esto sin analizar lo que se espera de él para la Selección, que necesita que llegue al Mundial en pleno rendimiento. Felipe Caicedo tiene que dar un paso al frente. Quedarse en Moscú ya no es una opción.



domingo, 10 de noviembre de 2013

Los eléctricos, los periodistas y una corona dividida en once partes



Emelec ha ganado 3-0 al Deportivo Quito y, a falta de cuatro fechas para finalizar la segunda etapa del campeonato ecuatoriano, lleva cinco puntos de ventaja sobre su escolta, Universidad Católica. De mantenerla, el club guayaquileño se coronaría campeón por... ¿onceava vez? ¿decimoprimera vez? ¿undécima vez?

La avalancha de tuits despertada por el resultado del partido podía inducir a error al lector dado que la mayoría de usuarios de la red social -incluso periodistas, que es lo alarmante- parece decantarse por la forma 'onceava'. Un fallo bastante arraigado en la sociedad guayaquileña, acostumbrada hace generaciones a denominar las calles del oeste de la ciudad como 'treceava', 'diecisieteava' o 'treintava'. Todas formas erróneas.

La manera correcta de referirse al título que pelea el club del Astillero es la de decimoprimera, décimo primera o undécima corona, las tres aceptadas como ordinales por la Real Academia de la Lengua Española.


Es decir, decimoprimera, décimo primera y undécima se refieren a la corona que podría obtener Emelec por ocasión número 11. Este uso fue regularizado en el año 2005. Antiguamente se aceptaba solamente la forma undécima, derivada directamente del latín.

Por tanto, el uso de 'onceava' queda descartado ya que es un numeral fraccionario.


Onceavo es lo que nos queda después de dividir, por ejemplo, un pastel en 11 porciones iguales. Cada una de las 11 porciones es la onceava parte del pastel. Como Emelec no piensa dividir su corona sino llevársela completa a casa deberíamos hablar de la undécima o decimoprimera corona del club azul, que conseguiría este título después de, justamente, 11 años.

Resulta comprensible que en algún momento dado el hincha pueda equivocarse y usar la forma errónea pero los profesionales de los medios de comunicación, que vivimos del uso de la lengua, deberíamos cuidar con el máximo esmero nuestra herramienta de trabajo.

Postdata: A los más interesados en el tema les dejo un texto sobre números ordinales extraído del Diccionario Panhispánico de Dudas de 2005 y otra publicación más extensa encontrada en otra web.