domingo, 16 de octubre de 2016

Por qué volví a la Medicina (parte 2)

Como les conté en la entrega anterior, la negligencia sufrida durante mi operación de rodilla me había dejado con una pierna paralizada, sin poder volver a España, donde tenía centrada mi vida personal y profesional. Tras analizarlo con mi familia, decidimos demandar a los responsables de la cirugía que me lesionó de por vida, pero también tenía que tomar decisiones respecto a mi futuro.

Siempre fui un periodista activo, al quien le ha gustado moverse. Súbitamente me tocaba requerir de silla de ruedas primero y luego muletas para hacer hasta los más básicos desplazamientos dentro de casa. Estaba "varado" en Guayaquil y mi puesto de trabajo en España ya no existía ya que el canal había sido cerrado por el gobierno regional (en los momentos en que escribo estas líneas parece que volverá a abrirse pero ese ya es otro tema).

El tiempo de estadía forzosa en Guayaquil fue duro. Necesitaba un desafío para pelear nuevamente. No sabía cuánto tiempo estaría inmóvil y decidí que lo único que iba a paralizarse en mi vida era esa pierna, no mi espíritu. Necesitaba un nuevo desafío por el que pelear y mi elección fue volver a estudiar. Originalmente la idea fue hacer otra Maestría en el área de la Comunicación, pero al ver que las herramientas actuales de la Medicina no permitían encontrar una solución a mi daño neurológico sopesé la posibilidad de retomar mi formación médica. Por mí y por la gente que sufría lesiones como la mía. Al final fui aceptado por la Universidad de Aalborg (Dinamarca) para cursar la Maestría en "Medicine with Industrial Specialization", centrada en la investigación con células madre para regenerar tejidos y órganos dañados. Suena aún a ciencia ficción pero en un futuro cercano estos avances cambiarán el enfoque del tratamiento de las parálisis, las incontinencias urinarias, las insuficiencias cardíacas, las diabetes. Dennos tiempo.

Todavía sobre dos muletas me vine para el frío norte de Europa. Minusválido y solo en un país extraño. Era un reto. Siempre me gustaron los retos. Yo no podía permitir que la mala práctica de un cirujano detuviera mi vida. Si una puerta se me cerraba súbitamente (no me veía como periodista "cojo" transmitiendo partidos en España o Ecuador) yo estaba obligado a abrirme otra. Así empezó mi trayectoria en este nuevo país, Dinamarca. Y aquí estamos. El tiempo vuela y ya estoy cerca de acabar la Maestría.

Todo este infortunio me forzó a hacer dos viajes. El de ida a Dinamarca y el de regreso a la Medicina. Probablemente sean los definitivos.

Saludos a todos.

Julio Vacacela C.



PD: Otro de los motivos para irme lo más lejos posible de Ecuador era encontrar un médico imparcial que me tratara. En Ecuador tuve que cambiar varias veces de traumatólogo ya que nadie quería problemas con el cirujano que me operó, famoso en el medio local. Incluso un especialista amigo de la familia se excusó de seguirme atendiendo tras discutir con el responsable de mi cirugía. Otro traumatólogo me sugirió retirar la demanda porque, pese a reconocer que yo tenía razón, era díficil ganarle un juicio al tan bien relacionado doctor en cuestión. Solidarios entre ellos. No les hice caso y el juicio sigue. Si me quedaba más tiempo en Ecuador estaba frito. Lamentablemente pasó demasiado tiempo y los médicos en España y Dinamarca solamente confirmaron la seriedad de los daños y la imposibilidad de una recuperación total. Mi única alternativa era la fisioterapia para evitar daños mayores. O la medicina regenerativa, aunque esto más como una esperanza de futuro.

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