Tras la larga agonía de RTVV, el canal de TV donde trabajé los últimos nueve años, comencé con unas molestias de rodilla que se intensificaron durante mi estancia en Alemania y Dinamarca, primeros puntos de mi evasión de estos meses. Después de pasar por las Islas Canarias y Portugal visité a un traumatólogo en Valencia. Largas y tediosas sesiones de rehabilitación me brindaron cierta mejoría.
Pero 2014 no parecía dar tregua. El fallecimiento de un miembro de mi núcleo familiar me hizo viajar inesperadamente a Ecuador donde mi rodilla dijo 'basta'. Ahora escribo desde casa de mi familia en Guayaquil, donde me tocará permanecer unas cuantas semanas. Sí, las semanas del Mundial. Mis planes del verano arruinados (incluido el concierto de los Rolling Stones en Dinamarca, que nunca se sabe si habrá oportunidad de verlos de nuevo). Me toca rehabilitación y más rehabilitación. No tengo más en el horizonte por ahora, menos todavía en tiempos de luto como los que me toca vivir.
No creo que la sobredosis de fútbol por TV que me espera durante el Mundial vaya a curar mis penas. El dolor físico y emocional es grande aún. Pero hasta como terapia nos toca ponernos a trabajar a la distancia. Que el balón de fútbol (visto por TV) nos sirva de evasión.
¡Saludos a todos de nuevo!
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